SLP.- Diversos especialistas en derecho penal, delitos fiscales y otros relacionados, al revisar el escandaloso caso del empresario huasteco Gerardo Sánchez Zumaya que encabeza una trama millonaria de corrupción en Pemex a través de contratos irregulares y una red de jóvenes factureros para lavar dinero, coincidieron en señalar que tras ser detenido y llevado a juicio, podría alcanzar una pena de 30 años de prisión y podría ser mayor.
Al delito de lavado de dinero en el que ha incurrido Sánchez Zumaya se podrían sumar otros por lo que la pena podría ser mayor, como son los de evasión fiscal, delincuencia organizada, fraude y corrupción, ante la participación de funcionarios públicos, en este caso de Pemex, y podría alcanzar una sentencia de hasta 40 años.
SLP.- La sentencia alcanzaría con distintas penalidades a las decenas de cómplices de Sánchez Zumaya, como son la serie de jóvenes que han participado en la facturación de los diversos negocios ilícitos que se ventilaron en el diario Reforma a partir de una denuncia presentada en la Fiscalía del General del Estado de Tabasco, además de directivos de la pasada administración de Pemex durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador que, por acción u omisión, favorecieron al empresario huasteco vinculado a Morena con diversos contratos de manera irregular.
También se investiga una línea de "huachicoleo" de parte de Sánchez Zumaya, ya que desde el 2023 se publicaron notas periodísticas sobre la ordeña de combustible de pipas de su propiedad en instalaciones de Pemex en el sureste de México, sin que hubiera un registro o bitácora de la entrada y salida de las pipas cargadas de hidrocarburos.
Otro aspecto en la mira de las autoridades hacendarias, es el uso de fundaciones supuestamente altruistas del empresario huasteco como GESA y SOMOS POTOSÍ para lograr condonación de impuestos, y que han destinado recursos bajo el concepto de donativos y aportaciones financieras a quienes fueron candidatos el pasado junio tanto de Morena como del PAN.
En el primer caso se menciona a Juan Carlos Velázquez "El Famy" que contendió para Soledad y el alcalde de Tanlajás, Humberto Lucero, suegro de Eduardo Sánchez Zumaya; en el segundo, al ahora diputado federal David Azuara Zúñiga, primo de Zumaya, así como el alcalde San Vicente Tancuayalab, Gilberto González Zumaya.
Como la fortuna que logró amasar Zumaya en pocos años es tan descomunal que tuvo que crear un sinnúmero de empresas fachada en México y Estados Unidos para ocultarlos en triangulaciones bancarias, facturas simuladas, uso de fundaciones altruistas y en financiamiento de campañas electorales de MORENA y el PAN para obtener protección política; llegando al descaro de imponer como tesorero del PAN potosino a su primo Fernando Zumaya.