La venta de "segunda" en diferentes artículos, actualmente gana terreno sobre aquellos negocios que se dedican a la comercialización de productos llamados de "línea", y es que ante las actuales condiciones de crisis económica, las familias prefieren los precios bajos aunque se traten de cosas de segunda mano.
Ni los anuncios contra la piratería, la mala calidad y las posibles transmisiones de enfermedades –en el caso de la ropa- hace mella en el creciente mercado de "segunda", pues cada vez es más común ver a decenas y decenas de personas comprando desde aparatos electrodomésticos hasta calzado en los tianguis.
Lo anterior, está creando un conflicto en el comercio formal, donde se venden artículos de marca o de línea, pues sus ingresos bajan alarmantemente.
Salvador Estrada, propietario de un reconocido establecimiento de ropa y calzado en esta localidad, dijo que enfrentan una competencia desleal, la cual no es regulada por las autoridades competentes, que no pagan impuestos y provocan pérdidas a los que están registrados ante la Secretaría de Hacienda.
Por contraparte, los consumidores, dijeron reconocer que se afecta a los negocios que ofrecen productos "originales", pero también evaluaron que sus economías no les permite comprar –por ejemplo- un par de tenis que en aparadores oscilan entre los 900 y hasta 1 mil 700 pesos, cuando de "segunda mano", los consiguen hasta en 250 pesos o menos.
El dato
Según el Registro de Comerciantes Ambulantes, en la localidad se instalan durante los días de comercio rodante más de 25 vendedores de productos de "segunda".
Entre los artículos de "segunda mano" que más compra la ciudadanía destacan la ropa, el calzado y los aparatos electrodomésticos, en ese orden.
La principal causa que motiva a la compra de artículos de segunda, es la baja capacidad adquisitiva de las familias.