Axtla.- Lo que antes era un antojito típico y accesible para muchas familias huastecas, hoy comienza a alejarse de las mesas populares. La cecina, ese corte delgado y salado que por años ha sido protagonista en almuerzos, enchiladas y festividades, ha alcanzado los 150 pesos por kilogramo, colocándose, para muchos, en la categoría de "lujo".
En mercados y carnicerías de la región, el precio no ha dejado de escalar en las últimas semanas, impulsado por el alza en el costo del ganado, los insumos y la cadena de distribución. La situación ha generado sorpresa y resignación entre las y los consumidores que ven cómo un alimento tan ligado a la identidad local se vuelve cada vez más inalcanzable.
"Ya no es para diario, ahora hay que pensarla hasta para una ocasión especial", comentó doña Carmen, ama de casa que solía comprar cecina cada fin de semana para preparar tacos con frijoles y salsa martajada. "Antes, con 100 pesos me alcanzaba para invitar a mis nietos. Hoy apenas compro para dos personas".
En fondas y restaurantes, algunos comerciantes se han visto obligados a reducir porciones, ajustar menús o incluso sustituir la cecina por otros productos. "No es que uno no quiera venderla, pero si la incluimos como antes, tendríamos que subir mucho el precio del platillo", confesó el encargado de una cocina económica del centro.
Mientras tanto, la cecina —antaño omnipresente en fiestas patronales, desayunos dominicales y reuniones familiares— se transforma poco a poco en un gusto reservado para bolsillos más holgados, desplazando una vez más a los sectores más vulnerables de los sabores tradicionales de su propia tierra.
Con nostalgia en el rostro, varios locatarios invitan a "comerla mientras se pueda", como si se tratara de una despedida anunciada. Porque, si la tendencia continúa, la cecina podría pasar de orgullo regional a pieza de museo gastronómico.