LA SOMBRA EN EL PUENTE BLANCO... ¡TERRORÍFICO!

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Por: Elizabeth MartínezFecha: 09/28/2021 04:22 P.M.
Anciano contó su encuentro con el diablo

Eran aproximadamente las 22:00 de la noche, asegura Alfonso, un viejecito de 67 años, vecino de la localidad de La Cuchilla, asegura que ese día, para ser exactos un 3 de febrero del año 2009, tenía mucha fiebre y tos y decidió acudir a la sala de Urgencias del IMSS de Tamazunchale, pues su malestar cada vez era más complicado, no había ni un alma, aseguró, puesto que la noche pintaba para ser una de las más crudas del frío invierno, pero aun así decidió a tenderse.

“Me la aventé caminando, -aseguraba con risas-, pero ese día, sino me morí al menos la vi tan de cerca, el mismito diablo se me apareció, esa vez había mucha niebla, lloviznaba de a poco, pero que frío hacía, yo no traía más que 20 pesitos y no me alcanzaba para taxi, pero al recorrer media ciudad pues me dio frío, tenía 55 años y me cansaba menos”- agregó-.

ESCALOFRIANTE

Pero al pasar justo a la caseta de Policía Municipal en Los Tamarindos, sentí un fuerte escalofrío, -dije- otra vez esta cochina fiebre que no me deja, pero seguí caminando, cuando de pronto sentí una presencia, ya no podía caminar, desde que pase esos escalones inclinados que conducen a la ribera del río “Amajac”, ya no pude seguir, sentía mi cuerpo pesado, y me detuve un poco, las luces del puente blanco no servían, pero seguí caminando, a medio paso, sentí como un sollozar en mi espalda, no quise voltear, sabía que era algo de otro mundo, lo percibí por el fuerte olor a azufre que sentí.

ERA EL CHAMUCO….

“Claro, el mero chamuco estaba atrás de mí; intentaba voltear pero no pude, y aunque seguía pisando fuerte, ya no avanzaba hasta que pude mirar hacia atrás, era una sombra enorme, muy alta, un hombresote con una respiración caliente, una mirada profunda muy pesada y una vestimenta negra muy negra; yo solo me santigüe y dije, si me toca ¡pos que me toque!”…dijo.

Al terminar de cruzar el puente, estaba encendido el último poste de luz, -dije- tengo que ver quien me sigue y miré otra vez hacia atrás, no había nadie, no pudo haberse regresado, pues lo tendría que haber visto  al otro extremo, imposible que se haya aventado, pues está demasiado alto, simplemente sé que ese día, sí la vi de cerca y esa sombra me atormentó por mucho tiempo, pues aún en sueños seguía yo mirándola como cuando cruzaba yo el puente blanco…