Tamazunchale.- Luego de anunciarse que a partir del pasado 27 de junio el costo de la Coca-Cola aumentaría en el territorio mexicano, los consumidores expresaron su inconformidad debido a que los abarroteros tienden a subir aún más los precios, haciendo que el producto sea poco accesible. Manuel Rosales García, uno de los quejosos, detalló que aunque el refresco no es un producto esencial para la alimentación, sino más bien un gusto, ahora resulta muy caro con el aumento reciente. Además, mencionó que los vendedores aprovechan para incrementar también los precios de galletas, frituras y hasta productos de la canasta básica como huevo, harina, pastas, aceite, frijol, azúcar, entre otros, argumentando que el aumento es generalizado en sus productos. Por esta razón, piden la intervención de las autoridades correspondientes, señalando que PROFECO debería inspeccionar estos aumentos desproporcionados en los productos que ahora están excesivamente caros. Antes del aumento anunciado, una Coca-Cola de 600 ml debería costar entre 18 y 19 pesos, pero desde junio de 2022 ya se vendía en 20 pesos, y ahora se cotiza entre 25 y 30 pesos, sin que las autoridades correspondientes supervisen estos costos.