Tamazunchale.- La prostitución en las cantinas es un problema serio que tiene tanto el primer cuadro de la ciudad y rancherías, sin la posibilidad de que las autoridades hagan algo al respecto para contener estas dos actividades del giro rojo que crecen sin ningún control en este municipio.
La venta desmedida de alcohol en los bares céntricos y de las localidades aledañas a este municipio a deshoras y sin permisos es un problema social que hasta el momento no se ha podido erradicar pese a los operativos que realizan de manera constante y persistente por parte de las autoridades, pues se sigue incumpliendo la ley.
Las dos actividades se realizan en el centro de la ciudad sin que se respete un horario, pues a las mujeres se les puede observar en las mañanas, tardes y noches en las calles de la Amado Nervo y bares de las colonias céntricas ofreciendo sus servicios, también en las cantinas que se sitúan bajo el puente peatonal del Barrio San Rafael, pese a que las autoridades de Salud han emitido restricciones, las cantinas no respetan los horarios de funcionamiento ni evitan la práctica del sexo servicio a plena luz del día, puesto que hay cantinas y bares que cierran hasta después de las 11 de la noche o se siguen hasta la mañana del siguiente día.
En el primer cuadro de la ciudad, según autoridades de Salud, hay un aproximado de 80 mujeres que ejercen la prostitución y alerta que estos números pueden seguir creciendo por muchos factores, principalmente la falta de empleos, migración, pues de acuerdo a datos emitidos por las autoridades de Salud, la prostitución ha crecido en la ciudad hasta un 80 por ciento a comparación de hace 15 años, esto, por el desempleo que ha causado desde hace largo tiempo, falta de oportunidades e incluso con la pandemia del coronavirus que acentuó esta práctica no solo en mujeres sino también en varones.
Es por ello que habitantes exigen a las autoridades sanitarias la vigilancia y control de esta situación a fin de prevenir contagios de enfermedades por transmisión sexual, alergias entre otros entre la población.
Cabe destacar que no todas las asistentes de este oficio están registrada ante las autoridades de Salud, lo que genera el aumento de sexoservidoras que operan de manera clandestina.