La Navidad tiene muchas tradiciones muy arraigadas en México, tales como las posadas, el árbol, las piñatas o el ponche, pero sin duda el nacimiento es una de las más importantes y que no puede faltar en casa, sin embargo esta última se está perdiendo.
El Nacimiento navideño, también conocido como Belén o Pesebre, se debe poner el 8 de diciembre, colocando las figuras de María y José, los pastores, la estrella de Belén, ovejas, mula y un buey, para el 24 de diciembre se pone la figura del Niño Dios y el 6 de enero a los Reyes Magos.
Sin embargo ya no se colocan en los domicilios, las causas son diversas ya sea porque hay influencias externas que se van aceptando o por el factor económico, o por la pérdida de la fe religiosa, a la que está muy ligada la costumbre de poner el Nacimiento, y hasta las nuevas tecnologías, que han concentrado la atención, lo cierto es que en la ciudad ya no se ve esta costumbre como en años pasados.
El comerciante Mario Rubio Hernández, señaló a este medio que poner el pesebre es un gasto muy grande que deciden las personas ponerle, porque lo más importante es María y José, el niño Dios y el Ángel.
Sin embargo lleva mucho adorno como el heno, otras figuras como el borreguito, series de luces, y los costos dependen del material, porque hay de barro y plástico.
Los propios comerciantes que venden las figuras de Melchor, Gaspar y Baltazar, entre otros, señalan que ya no tienen tanta demanda como en años anteriores, que pedían o apartaban todas las piezas del nacimiento.
En varios puestos se tienen a la venta las figuras del Nacimiento, pero los vendedores ahí se quejan de cómo han descendido sus ventas.