La generación eléctrica ocasiona uno de los mayores problemas de contaminación con daños irreversibles ocasionados al ecosistema, entorno y hábitat de flora y fauna, en todas las comunidades cercanas a la Central de Ciclo Combinado de la empresa Iberdrola México.
Grupos ambientalistas, organizaciones campesinas, y ecologistas desde hace una década han estado haciendo señalamientos y denuncias de los graves daños y sobre todo el calentamiento en el subsuelo, haciendo que los sustratos, propiedades naturales de la tierra se vayan perdiendo y los diversos cultivos de la región cada vez requieren una mayor fertilización con productos más agresivos y la larga vida útil de estos proyectos, en muchos casos superior a los cincuenta años.
Estas causas hacen que las regiones próximas a las plantas sufran graves efectos en la calidad del aire, agua y suelo; y que las poblaciones próximas, generalmente rurales con limitados recursos sufran un importante deterioro en su salud y calidad de vida debido a la exposición crónica a los contaminantes.
De lo que no cabe duda es el daño irreversible que se ocasiona, además de existir, en torno al tema, diferencia de opinión.
Existen pronunciamientos de organizaciones de campesinos de Tamazunchale y otros municipios como Tampacán, Matlapa y San Martín Chalchicuautla, que han estado en contra de las ampliaciones de la planta Termoeléctrica de la empresa española Iberdrola.
Por la grave afectación que causa en la agricultura, así como la contaminación del río Moctezuma, la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina, A.C. (COCIHP), que asesora Rogel del Rosal Valladares han puesto el dedo sobre la llaga.
Esta organización solicitó en su tiempo al Gobierno Federal una investigación científica si la afectación a los cultivos agrícolas y daños a la salud de la población cercana a la planta es a causa de la Termoeléctrica, es a causa de la calidad del aire que respiran los habitantes de desde hace unas décadas por los vapores que emanan de la planta.