De acuerdo a una entrevista con Joel Rogelio Vázquez Moreno, Nutriólogo, señaló la preocupación por la obesidad de algunos menores que a temprana edad llegan a pesar hasta 100 kilos, que por su peso y tamaño deberían ser parte de una dieta balanceada, y de esta manera cuidar de su salud pues son los más propensos a padecer enfermedades crónicas.
Detalló que tras el inicio de la pandemia, muchos de los pequeños tuvieron que socializar a través de las redes sociales para ponerse al corriente con las tareas escolares, pero esto, creo que los menores se refugiaron en el celular creando una cierta adicción por los video juegos, series de televisión y demás redes sociales no de información sino de entretenimiento.
Los desórdenes alimenticios y la falta de actividad física se acentuaron en niños y adolescentes, causando el aumento de peso y aunque ya han pasado casi dos años que regresaron a clases, no se han podido acoplar a su vida diaria por las manías de estar conectados a través de un celular o tabletas electrónicas, lo que a la larga afecta la salud de los menores.
Usualmente se han detectado jóvenes desde los 14 años que sufren sobrepeso, ya que de acuerdo a una estadística, los adolescentes y jóvenes son los que menos se ejercitan.
La falta de ejercitación y hábitos saludables, provocó que niños de la edad desde los 13 y 15 años sufran obesidad, lo que además están en riesgo de padecer diabetes infantil por la cantidad de azúcares y alimentos chatarra que consumen, pues señalan que son pocos los clubs de deportes donde se integran jóvenes, ya que se niegan a entrenamientos e incluso llevar una buena alimentación a causa del encierro al que se acostumbraron en la pandemia pasada y además que ha influido el uso de la tecnología.
Sarahí Pérez Dávila encargada de atención en el Área infantil y Alimentos del IMSS 44, hizo un llamado para que se promueva una alimentación balanceada, ya que la atención a menores con desórdenes alimenticios, ha ido en aumento y no solo se observa físicamente, sino que pequeños desde los 4 o 5 años han presentado problemas en los riñones por los alimentos y bebidas con exceso de azúcares, mismas que son suministradas por sus mismos padres sin control.
Al respecto, Fabiola Adahí G. Martínez, psicóloga, señaló que es conveniente diferenciar entre hambre emocional y la real ya que al estar en casa la inactividad hace creer que se tiene hambre, pero en realidad es un impulso relacionado con alguna emoción, esto afectada a los menores creando hábitos alimenticios que perjudican la salud en general.
Agregó que, para erradicar la obesidad a nivel mundial, nacional y local, se debe iniciar desde el hogar, por ello recomienda una correcta alimentación y el ejercicio, y acudir con un profesional, ya que de acuerdo al índice de consultas, el 70 por ciento de los menores que son atendidos en esta unidad, presentan algún problema por obesidad, y los que mayormente presentan éstos síntomas son adolescentes desde los 12 años a 17, quienes se niegan a participar en eventos deportivos y llevar una alimentación saludable lo que podría desencadenar cierto tipo de enfermedades, que van desde la obesidad, diabetes, hipertensión, entre otros a muy temprana edad o en la edad adulta joven.