Tamazunchale.- Pese a que en la región aún no se han arraigado las costumbres de realizar rituales que implican el sacrificio de animales domésticos, animalistas hacen un llamado a respetar la vida de los seres sin voz y, sobre todo, a instar a las autoridades a sancionar a quienes los ataquen.
Karla Hernández López, cuidadora de gatitos, mencionó que en estas fechas los animales domésticos, especialmente los gatos, corren un mayor riesgo, ya sean negros o blancos. Los meses de octubre y noviembre son tradicionalmente asociados con lo oculto, las brujas y los hechizos; además, son considerados el período más mortífero para perros, gatos y cualquier animalito blanco o negro.
La entrevistada explicó que las razones detrás de estos sacrificios van más allá de un razonamiento lógico. Muchas personas participan en rituales ocultistas, místicos, satánicos y mágicos, donde el sacrificio de estos animales es frecuente. En ocasiones, si no pueden conseguir un gato negro o blanco, optan por perros (blancos o negros), gallinas (negras o blancas), gallos, colibríes, carneros y ovejas.
Los individuos que realizan este tipo de rituales buscan animales con características específicas; por ejemplo, su color debe ser puro, es decir, completamente blanco o completamente negro. Si los animales son vírgenes, se considera que "sus poderes" son más fuertes, por lo que se prefieren cachorros o, idealmente, camadas de recién nacidos.
Los gatos blancos son utilizados en rituales de purificación o para eliminar trabajos de brujería, maleficios o ataduras. Por su parte, los gatos negros son vistos como poseedores de poderes malignos, y su sacrificio se utiliza como pago por favores sobrenaturales; por lo tanto, a mayor número de animales sacrificados, mayor será el favor concedido.
Por ello, es de vital importancia que cuidemos, especialmente en estas fechas, a los gatos y perros, ya que son presas perfectas para complementar estos rituales. Asimismo, hizo un llamado a las autoridades para que tomen medidas enérgicas contra estas prácticas, ya que los seres sin voz también merecen respeto y atención.