El pasado jueves, el Senado de la República aprobó en lo general, la regulación tanto del consumo como del comercio de la marihuana para fines lúdicos, medicinal, industrial, científico y eliminó al cáñamo del listado de sustancias sicotrópicas; esto significa que se reformará el Artículo 81 de la Ley Federal de Salud.
La iniciativa -aprobada con 82 votos a favor, 18 en contra y siete abstenciones- contempla un nuevo ordenamiento legal para regular y controlar el consumo, producción y comercio del cannabis; asimismo, busca reformas y adiciones a la Ley General de Salud, al Código Penal Federal, a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, y a la Ley de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.
También se prevé la creación de la Ley para la Regulación del Cannabis, y el Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis.
La gente podrá portar hasta 28 gramos de marihuana para consumo personal, los cuales deberá comprar en establecimientos con permiso. El consumo será en privado o en lugares establecidos por ley; si exceden esa cantidad y hasta 200 gramos serán merecedores de una multa equivalente a 11 mil pesos; si rebasan los 200 gramos, la sanción será prisión de hasta diez años.
No se podrá fumar marihuana en los siguientes casos: si se está frente a menores de edad, si se está en lugares libres de humo de tabaco, si está en lugares con concentración masiva de personas o si otras personas no quieren oler el humo; entre otras disposiciones.
El dictamen también abarca que cada persona podrá tener en su hogar hasta cuatro plantas de cannabis; si viven más de dos en la misma casa, podrán ser hasta seis plantas.
Con este aval histórico, 115 mil hectáreas cultivadas con la planta dejarán de ser clandestinas y se facilitará la liberación de al menos 12 mil 562 personas encarceladas por posesión menor, a quienes se les quitará ese antecedente penal.
De ser completamente aprobado el proyecto, que deberá pasar a la Cámara de Diputados a más tardar el 15 de diciembre, el Instituto dará los permisos y se dispone que se dará preferencia a los campesinos que actualmente tienen tierras dedicadas a la siembra clandestina y que, de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, implican 115 mil hectáreas, informó desde la tribuna, el priista Manuel Añorve.
El nuevo Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis, que dependerá de la Secretaría de Salud, estará obligado a “implementar medidas afirmativas en el otorgamiento de licencias, a fin de procurar la incorporación al mercado lícito de pueblos y comunidades indígenas, personas campesinas o ejidatarias, ejidos y comunidades agrarias, comunidades en situación de marginación o que, por sus condiciones o características, resultaron afectados por el sistema de vulnerabilidad o desventaja”.
A propuesta de la priista Beatriz Paredes se añadió que “en caso de licencias para ejidatarios o comuneros, se requerirá la autorización de la Asamblea Ejidal o Comunal de que se trate”.