Tamazunchale.- Preocupantes los índices de violencia en la región Huasteca Sur, pues en lo que va del año se han disminuido los llamados de auxilios en la cabecera por este tipo de incidencia en los hogares, cabe destacar que las agresiones van desde maltrato a cónyuges, y en el noviazgo, además acentuándose también en las relaciones de ex parejas.
Esto dejó entrever que de 10 llamados de auxilio, 7 son de mujeres maltratadas y muchas de ellas ni siquiera están casadas, más bien mantienen una relación de noviazgo con su agresor.
En la zona urbana y rural los números rojos son los mismos, y la principal causa son el uso de alcohol, drogas y otras sustancias tóxicas que generan la violencia entre las relaciones maritales, así lo dio a conocer personal de la Policía Estatal asignado a la Unidad Especializada en atención a Violencia de Género, quienes destacaron que es muy usual que las llamadas de auxilio sean por violencia hacia la mujer pero también que la agresión no venga de parte de solo el varón sino también de los familiares de este.
Dentro de las investigaciones que esta unidad realiza, detallan que los varones son los principales verdugos de las relaciones sentimentales, ya que la falta de autoestima, alcoholismo, adiciones, la falta de trabajo, generan ciertas reacciones en algunos hombres y provoca pleitos donde normalmente es la mujer quien sufre las consecuencias.
Cabe agregar que no sólo los varones son los que violentan el ambiente en una relación, sino también las mujeres, aunque se acentúan más las agresiones a mujeres en las relaciones, motivo por el que no tienen nada que celebrar por el ‘Día del Amor y la Amistad’, pues son las principales agraviadas e incluso lesionadas físicamente por el abuso constante de sus parejas.
Por su parte la Psicóloga Fabiola Adahí Martínez detalló que estas acciones son consecuencia de un circulo de violencia acentuado en las familias, patrones de conducta agresivos tanto en los varones y las mujeres que permiten o normalizan la violencia desde el noviazgo y relaciones, ya que asegura que los agresores en un tiempo fueron víctimas también del maltrato, falta de atención, e incluso abandono, inclusive las victimas sienten culpa por sus comportamientos y se vuelven masoquistas por el maltrato de sus parejas supuestamente por amor y se niegan a recibir terapia y sobre todo a denunciar ante la Fiscalía.
Estas acciones generalmente quedan impunes pues las propias víctimas se niegan a denunciar, únicamente piden apoyo para calmar, para asustar a sus verdugos con la llegada de la policía, pero se niegan a denunciar, lo que genera la alza a los índices de mujeres maltratadas por sus parejas sentimentales.