Tras más de veinte años de haberse dedicado al oficio bolero, Raúl Arredondo Martínez, en el primer cuadro de esta ciudad, perdió la vista derivado a la diabetes; por tal motivo su esposa de nombre Martha Castillo Barragán, en apoyo para solventar los gastos del hogar se incorporó a este trabajo.
Al respecto, el ciudadano Arredondo Martínez, a través de este medio emitió un gran reconocimiento a su esposa pese a las circunstancias no lo abandona, “hace seis meses debido a las enfermedad de diabetes que padezco, perdí la vista, y ante la falta de ingreso económico para sustentar los gastos, mi esposa Martha quiso dedicarse también a este oficio, al cual me he dedicado desde que era niño, ya que mi papá me lo enseñó para poder obtener un peso honrado”.
“El Sindicato de Boleros en apoyo permitieron que mi mujer continuará ejerciendo este labor en mi lugar, y pedimos la ayuda en qué si tienen zapatos y quieran que sean ilustrados que los traigan, ya que a veces sólo realizamos tres boleadas al día”, expresó Arredondo Martínez.