Axtla.- En un esfuerzo por contener la afectación del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), plaga que representa una seria amenaza para los cultivos de maíz en la región, el programa Sembrando Vida en San Luis Potosí ha comenzado a implementar el método etológico como medida de control biológico en milpas, especialmente en aquellas que operan bajo el sistema MIAF (Milpa Intercalada con Árboles Frutales).
El Coordinador Territorial del programa, Obed Godínez Visuet, explicó que el método consiste en la colocación estratégica de trampas con feromonas, las cuales atraen a los machos y hembras reproductivos del insecto. Este mecanismo interrumpe el ciclo de reproducción del gusano cogollero, lo que reduce significativamente su población y, en consecuencia, la posibilidad de daños extensivos a los cultivos.
Godínez Visuet señaló que estas acciones forman parte de una estrategia integral de manejo agroecológico, en la que se prioriza la protección del medio ambiente y la salud de los agricultores, evitando el uso excesivo de agroquímicos.
"El control etológico es una alternativa eficiente y sustentable que ya ha mostrado resultados positivos en otras regiones, y que ahora se está aplicando en beneficio de los productores potosinos, particularmente aquellos inscritos en el esquema MIAF", destacó.
El gusano cogollero es una de las plagas más agresivas para el maíz, ya que ataca el cogollo de la planta en etapas tempranas de su desarrollo, lo que puede mermar seriamente los rendimientos del cultivo. En respuesta, el programa Sembrando Vida ha intensificado la capacitación a los sembradores para identificar los primeros signos de infestación y aplicar correctamente las trampas.
Además del método etológico, se están promoviendo otras prácticas agroecológicas complementarias, como la rotación de cultivos, el uso de barreras vivas y el monitoreo constante de los lotes sembrados.
Las autoridades del programa reiteraron que estas acciones no solo buscan proteger las milpas actuales, sino garantizar la sostenibilidad del sistema MIAF, que además del maíz, integra árboles frutales como cítricos, mango o aguacate, aportando diversidad y resiliencia a las unidades de producción familiar.