Inicia la temporada de cozoles y techiches en los ríos de Axtla

Puedes Compartir en:
Por: Redacción/El SurFecha: 06/20/2025 04:07 P.M.

Axtla.- La llegada de las lluvias a la Huasteca Potosina no solo alegra a los campesinos y llena de verdor los campos; también marca el inicio de una tradición que combina naturaleza, cultura y sabor: la esperada temporada de cozoles y techiches en los ríos de la región.

Con el aumento en el caudal de los afluentes, como el río Axtla, río Choteco y Tancuilín, entre otros cuerpos de agua que atraviesan las comunidades, emergen estos pequeños manjares que año con año hacen las delicias de las familias huastecas. Los cozoles, una especie de camarón de río, y los techiches reaparecen tras las primeras crecientes, como regalo que deja la lluvia en su paso.

Desde temprano, hombres, mujeres y jóvenes se acercan a las orillas con redes, guacales o simplemente con sus manos, listos para "techichear" o "cozolear", actividades que, más allá de lo gastronómico, también son parte del tejido social y familiar de las comunidades.

"Es una alegría ver el río vivo otra vez. Ya nos hacía falta una buena temporada como esta. Mis hijos ya están grandes, pero todavía vienen a ayudar a pescar techiches como cuando eran niños", comenta doña Margarita, vecina del ejido Jalpilla, mientras limpia los cozoles en una batea bajo la sombra de un huizache.

La preparación de estos productos es todo un arte: los techiches suelen cocinarse en caldo con chile rojo, epazote y un toque de ajo, mientras que los cozoles se hierven y se sirven con limón, sal y chile piquín, o se incorporan en guisos más elaborados. El resultado: sabores auténticos que evocan la identidad huasteca.

Aunque la pesca de estas especies es de autoconsumo, en algunos tianguis locales ya se observan puestos donde se venden por montoncitos, especialmente durante los fines de semana, cuando las familias buscan consentir el paladar con algo tradicional.

Así, entre cielos grises y verdes intensos, entre truenos lejanos y el murmullo de los ríos crecidos, Axtla y la Huasteca celebran una vez más el ciclo de la naturaleza. La temporada de lluvias no solo llena los ríos, también llena las mesas y los corazones, recordándonos que en la sencillez de una tradición se esconde la riqueza de toda una región.