Mitos de la Canícula según dice la abuela

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Por: Alfonso OrtegaFecha: 07/26/2024 03:36 P.M.
La abuela, nos reveló parte de los mitos y el folclor que conlleva la canícula.

Axtla.- Que las heridas no sanan, las crías mueren, las plantas se secan, los frutos caen y las mujeres se vuelven infértiles son solo algunos de los mitos que cuentan los ancianos sobre la época de la canícula, cuya información se transmite de boca en boca hasta llegar a generar miedo.

De acuerdo con una ancianita de 83 años llamada Tere, con quien Periódico El Sur tuvo la oportunidad de platicar sobre los mitos de la canícula, y a quien llamaremos únicamente "La Abuela" —porque así nos lo pidió—, la voz popular indica que cuando la canícula entra lloviendo, significa que habrá lluvia durante esa cuarentena o al menos al final de la misma. Si llega con sequía, no lloverá en mes y medio.

Sentada en una acera colindante al Mercado "San Carlos", La Abuela nos explicó algunos de los mitos de la canícula, que asegura son reales, aunque ahora los "modernos" digan que este período se ha estereotipado por los viejos, señaló.

Nos cuenta que durante la canícula, las heridas se infectan con mayor facilidad, complicando su sanación; muchas plantas mueren a causa de los intensos rayos del sol; los frutos caen por las mismas razones; las crías que nacen en este ciclo tienen dificultades para sobrevivir; y las mujeres... se vuelven infértiles.

"Si hay que tenerle miedo a la canícula, esto me lo enseñó mi madre, que lo aprendió de mi abuela y ella de mi bisabuela, y así, de forma generacional hacia atrás. Ahora, yo les explico esto a mis hijos, a mis nietos y a todas las personas que necesiten la información, como usted, para que se cuiden en este tiempo", sostuvo.

Pero hay más sobre la canícula. Existen leyendas que cuentan que en el antiguo Axtla, esta temporada de calor, tanto de día como de noche, se relacionaba con fenómenos maléficos y velaciones a dioses demoníacos que desataban su ira contra la tierra, provocando verdaderas catástrofes.

"Nos contaba mi bisabuela que en Cuayo Cerro, ubicado en plena sierra, durante esta época la tierra hervía por el andar de demonios que calcinaban todo a su paso. Hubo años en los que grandes extensiones de cultivos se perdieron por la canícula, que convertía la tierra en un verdadero infierno", nos relató con una expresión cansada y una marcada dilatación del iris de sus ojos, mientras rememoraba aquellas palabras de su ancestro.

No obstante, a pesar de todo esto y la obstinada declaración de La Abuela, lo cierto es que no hay indicios de que estos mitos sean ciertos. Lo que sí es real son las temperaturas extremas que se resienten en la región en estos días, aunque este año la canícula comenzó con lluvia y los calores no han sido tan intensos como en otros años.