Axtla.- No hay control de precios en el comercio local; los productos sufren incrementos repentinos según el libre albedrío de los vendedores. Mientras tanto, los consumidores se ven afectados en sus economías al tener que pagar precios impuestos que, en muchos casos, se elevan hasta un 50 por ciento más de lo que se cotizan en otras demarcaciones.
No importa si se trata de productos de la canasta básica o no; tanto el kilogramo de jitomate como un teléfono celular experimentan aumentos. En esta demarcación, la vida se ha encarecido tanto que parece haber complicidad de instituciones dedicadas a proteger a los consumidores.
Tan solo en las últimas semanas, el kilogramo de pollo, huevo, embutidos, frijol, cebolla y aceite han presentado incrementos en sus precios, lo que ha provocado que la presencia de dichos productos en las mesas de las familias se reduzca.
Araceli Medina, quien acudió a surtir su despensa semanal al mercado rodante, denunció incrementos de hasta un 50 por ciento en productos que son de primera necesidad.
La volatilidad de precios en el mercado local ha estado presente desde hace varios meses; incluso entre los mismos comerciantes existe disparidad de costos. Mientras tanto, dependencias como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) brillan por su ausencia en la localidad.