Chapulhuacán, Hgo. - Tras un dos días de la tragedia que será recordada por muchos, en la que dos personas perdieron la vida y otras resultaron heridas, los ánimos aún siguen por los suelos en Chapulhuacán y la controversia se mantiene a flor de piel debido a la gran cantidad de opiniones con respecto al tema.
La población pide justicia, ya que hubo varios culpables durante éste terrible hecho, además de anomalías que llaman la atención. La ciudadanía exige a personal de permisos y reglamentos el esclarecimiento de los hechos porque pese a que ya está aprobadas las sanciones éstas aún no han llegado; pareciera que no hay leyes, ese es el clamor social.
Ésta opinión surge luego de que el propietario de la licencia de éste establecimiento comercial infringiera varias normas establecidas en documentos oficiales que regulan ciertas actividades en el municipio como reglamentos de comercios entre otros.
Primeramente, el almacenamiento de pirotecnia para venta por mayoreo y menudeo que el dueño del lugar permanecía haciendo desde hace varios años pese a llamadas de atención de autoridades.
Y en segundo lugar; tener a una menor de edad laborando en el lugar, infringiendo la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, además queda claro en la Ley Federal del Trabajo que estipula que queda prohibido la utilización del trabajo en menores de dieciocho años en expendios de bebidas embriagantes y que es un delito en el Código Penal siendo la corrupción de menores, además que podría agravarse si se encuentran otros delitos contra la menor.
De igual forma se exige que caiga todo el peso de la ley sobre la persona que de manera irresponsable encendió los cohetes dentro del establecimiento para después salir huyendo de la zona. La población clama justicia por los dos homicidios que dejaron a la menor de edad en calidad de huérfana tras perder a su padre y a su madre en el incidente, además de causar heridas de gravedad en varios pobladores.
La población también exige que esto sirva como llamada de atención para que al fin se realicen operativos capaces de regular, lo que sucede dentro de las cantinas que en muchas ocasiones generan polémicas por supuesta venta de drogas y prostitución, pero que pese a que existen diferentes normas y reglamentos, estas actúan de manera impune.