La falta de interés de quienes se dedicaban al cultivo del café ha generado que las plantaciones poco a poco se vayan perdiendo entre el monte, además de que ya no resultó redituable para quienes subsistían con la venta de este producto.
En ese sentido, esta situación ha generado que el precio del aromático se cotice hasta en 160 pesos el kilogramo, argumentando quienes lo venden que ya no hay producto en las comunidades como anteriormente y lo tienen que conseguir en otros lugares.
Para finalizar, vecinos de este lugar mencionaron que, es necesario otorgar incentivos al campo en esta área productiva y se vuelva a cultivar el café como hace años se hacía en la zona serrana del municipio, incluso también en las partes bajas.