San Martín Chalchicuautla, S.L.P.- Una comerciante fue desalojada de su lugar con la fuerza pública por órdenes del Presidente Municipal, Crescencio Rivera Guerrero y como consecuencia, su hijo tuvo que dejar sus clases de secundaria porque no tiene dinero para ponerle saldo al celular, toda vez que reciben clases virtuales.
En entrevista con este medio, la señora afectada, María Hernández García, narró que en agosto de este año fue desalojada del mercado “San Judas Tadeo”, sitio donde tenía un puesto de comida, “la COEPRIS me sancionó por no tener la papelería necesaria donde hace constar las medidas sanitarias, con el paso de los días me dieron permiso para reabrir mi puesto, pero la sorpresa fue que el área de Comercio y Sindicatura, de ahí se basaron para quitarme definitivamente, acudieron a tirar mi puesto, pues también me pedían que pagara una multa de 18 mil pesos, todo me quitaron”.
“Incluso, Silvino Hernández, titular del área de Comercio me habló para querer llegar a un acuerdo, fue en mi casa donde llegaron y ahí frente a testigos les di cinco mil pesos, dinero que me pidieron para que yo vuelva a poner mi puesto, pero jamás me dieron un recibo y todavía me quitaron del mercado y tiraron mis cosas, me humillaron, no se vale, yo solo busco trabajo, no estoy pidiendo dinero regalado”, comentó la afectada con lágrimas en los ojos.
“Todavía cuando llegue a querer poner mi puesto, un policía me empujó y salí golpeada, antes, acudió con el Presidente Municipal para pedir mi acta de licencia de funcionamiento, él me dijo que no tenía tiempo para mí, me ignoró”, aseveró.
A raíz del desalojo, dijo tener varios problemas, principalmente porque no tiene dinero para solventar los gastos en educación de su hijo, por eso se salió de estudiar porque no tiene dinero para el saldo de su celular, para hacer las tareas, además de que ahora renta un local donde paga mensualmente dos mil pesos.
Ya hablé a Derechos Humanos de Tamazunchale, pero me ignoraron, le dieron jugada al presidente, ahora acudiré hasta Ciudad Valles para poner por escrito mi denuncia y se haga justicia.
Aunado a esto, las vendedoras que estaban cerca en el mercado, también se sumaron para difamarla, a tal grado que la tacharon de quitar marido, solo para que el presidente les creyera y así quitarla de ese lugar.