Homenaje a Lupillo Anaya y color del juego final 2009
"Versátil e intuitivo en su forma de desparramar a la diosa del rectángulo de las pasiones, ahora que dejó el plano terrenal seguros estamos que en la otra dimensión su calidad para hacerla rodar con elegancia en la llanura, se sumará a las leyendas amateur que lo esperaran para agregarlo en la alineación eterna, ahí se sentirá pleno".
Así inició el conductor del homenaje luctuoso a J. Guadalupe Anaya Velázquez ´Lupillo´ QEPD, siempre furia roja de San Rafael que tras su partida al plano espiritual, luego de terrible accidente en Hilton Head Sur Carolina, tuvo despedida mediante el futbol, previo al juego que puso punto final a la jornada 4 del torneo Adolescente Huasteco en la selva Temamatlense.
"Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo. Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. ´Lupillo nació el 12 de septiembre del 1990 y se fue el 8 de febrero 2025. Fue parte de los campeonatos 2005 ante Primas, clave en el título 2009 ante Buenos Aires y 2010 ante San Miguel.
Aunque pase por el valle de sombra de muerte. No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo, tu vara y tu callado me infundirán aliento, aseguró la voz al micrófono al presentar a su familia, especialmente su madre Nora Mirna y su abuelita Mirna; así como a sus hermanos: Miguel y Vanessa acompañada Alberto Pinal y sus tíos Vladimir y Arquímedes entre otros familiares.
Después se brindó el color del juego de la finalísima 2009 en la Pitahaya, donde San Rafael con par de jugadas magistrales de ´Lupillo´ se llevó la gloria al ganarles a Buenos Aires 2-1.
El color del juego final 2009
Vestido con el más elegante de los trajes, multicolor a más no poder; pero dominado por el púrpura, propio para el encuentro que definiría al monarca de la máxima categoría del futbol municipal 2009, así lució el deportivo La Pitahaya más añejo para la práctica del balompié en la sultana de la Huasteca.
Inundado de fanáticos tomó forma del monstruo de cientos de cabezas, aunque una vez más se vistió de gala, así como en antaño cuando en su grama fueron escenificadas verdaderas batallas deportivas que elevaron al éxtasis a las generaciones del ayer.
Un primer día de la semana, después de que el astro rey iniciaba la danza para darle paso a la lumbrera nocturna, se estremecía con las voces de aficionados con piel color sangre que habían llegado para transformarlo en su dominio, con la idea de impulsar a su equipo a lograr la hazaña de vencer a sus adversarios enfundados en una casaca celeste que asemejaba el cielo de la gloria que ambos buscaban con vehemencia para apropiarse del poder y convertirse en los emperadores, amos y señores del balompié de casa.
La explosión balompédica del año empezaba a cocinarse en el lugar idóneo para ello y en homenaje a dos destacados futbolistas veteranos como Enrique Obregón Ávila y Feliciano Goytortúa González.
Una verdadera fiesta deportiva aderezada con el sabor y color del futbol la furia roja, como un corcel pura sangre deseaba ganar la carrera en la llanura rectangular donde a todo galope su adversario con el nombre del ´ballet azul´ salió adelante tomando una ventaja que parecía inalcanzable; pero que aceleró el corazón de los consentidos de la ´ultra brava´.
Ligerito de ojos grandes como una pantera agazapada, necesitó del ´conejo de la suerte´, para que el ´maestro´ comenzara a construir y lograra que el ´nene´ funcionara, desparramando actitud que levantó el vuelo de la ´garza y del halcón´ que entre sus alas cargaron la corona que depositaron en la testa del glorioso y heroico príncipe que los guio a conseguir la monarquía.
Muchos, muchos aficionados por nada del mundo se perderían el entronamiento del nuevo rey, sabían que los ´Bobs´ campeones 2008, eran historia y otra nueva era iniciaría cuando el ocarinazo final del ´Archundia Huasteco´ diera paso el efímero triunfo de los campeones.
Los ritos, el vudú, los chamanes, parecía se habían posesionado del ambiente cerrando la puerta defendida por el ´diablo rojo´ Espinoza que como una ´Barrera´ se dejaba consentir por los dioses del rectángulo que derramaban esoterismo, aún más, cuando voló en endemoniado lance para evitar que el balón fuera más allá de la línea entre el bien y el mal, la música se oyó, el vocerío se acrecentó rindiendo pleitesía a quien posesionado del espíritu del ´supermán´ Espino se transfiguraba en el alma del Memo Ochoa.
Para colmo entre la selva aparecieron un ´Halcón" y una ´Garza´, que se notaba serían cazados por las bazucas de Rangel y Franco, que pronto hirieron a los alados personajes, cuando Gerson Natán miró los hilos de las redes y evocó a la imagen que llevaba en el pecho convirtiendo el gol que hacía desangrar a la temible furia roja, suave, pero mortal zapatazo que sacudió las piolas y estremeció el corazón del gladiador que así con la puntilla clavada en el pecho luchó como un fiero león contando cada gota de líquido plasmático que caía entre el barro revuelto de estiércol de ganado vacuno, pero que hizo rememorar que en esa misma portería hacía cinco años el más ligerito de sus hijos clavó tres estocadas mortales a uno de los grandes del futbol municipal, alcanzando los dinteles de la gloria que desde entonces en ese espacio no acariciaba.
Loa cánticos y los vivas revueltos con lenguaje soez empezaron a escucharse con más intensidad, el tambor sonó con aliento de guerra y la bandera marrón ondeaba erguida entre la raza, las voces empezaron recordando a la furia roja "como no te voy a querer, como no te voy a querer, si mi corazón explota cada veo que anotas", San Rafael.
Por el lado contrario la banda de viento impulsaba a ese gran equipo de la Colonia Buenos Aires, cada resoplido del trombón buscaba darle aliento a sus guerreros, el tiempo empezaba a diluir, lento para los azules y demasiado aprisa para los rojos, mientras que en el reloj del silbante Eduardo Trejo Chávez, convertido en un verdadero zopilote finalista se escuchaba el tic tac como taladrando sus oídos que ya habían soportado las tradicionales caricias desde los labios de la fanaticada.
La entrada del ´Maestro´ Montero fue la varita mágica de Erick Vladimir, el balón comenzó a pasar entre sus botines e hizo que Lupillo Anaya abriera los ojos más de lo normal, hasta que el ´Chac´ Ramos se los desorbitó con tremenda falta que ocasionó la pena máxima, Montaño el ´conejo de la suerte´, apagó el fuego del infierno al vencer al ´diablo rojo´, acción que convirtió en un manicomio la parte del fondo del escenario deportivo donde se instaló la porra brava. El aire elemento principal del conjunto airoso empezó a faltarle, el cielo azul comenzó a nublarse, mientras que el rojo dominante se apoderaba de la tarde y seguía tomando un tinte más intenso cuando ´Lupillo´ Anaya se perfiló en busca de las piolas, Cruz Antonio barrió con todo, la esférica salió rodando a los zapatos del ´Abi´ que se encargó se sentenciar el juego y levantó la euforia en toda su expresión, así entregó un campeonato más a la furia roja de San Rafael.
Frases que terminaron cantando el gol y arrancaron grandes sozollos y lágrimas entre los presentes para despedir al amigo que se fue, Lupillo Anaya, clave en el título 2009 de forma gloriosa, el cuarto en la primera década del milenio, donde como príncipe fue entronizado.
Mensaje preciso de su mamá
Después su mamá Nora Mirna, agradeció al Eterno que le haya prestado a su hijo por 34 años, con palabras certeras fue agradecida con todos y aseguró que su hijo estaba presente, vuela alto hijo que un día cuando el Creador lo decida nos volveremos a ver en la eternidad. Después se dio paso al encuentro dedicado al extinto futbolista.