Regreso a clases vacía los bolsillos y las calles del comercio local
Axtla.- En las calles del centro, donde hasta hace unas semanas se escuchaba el bullicio de compradores, hoy se percibe un ambiente distinto: pasillos semivacíos, vitrinas encendidas sin clientes y comerciantes que observan con paciencia la llegada de un consumidor que pocas veces se decide a gastar.
El motivo no es la falta de interés, sino la llegada del regreso a clases. Con la cuenta regresiva de dos semanas para el inicio del nuevo ciclo escolar, las familias han comenzado a reservar cada peso para lo inevitable: inscripciones, uniformes, zapatos, mochilas, libros y cuotas escolares.
"Ya la gente entra, pregunta, pero casi todos dicen lo mismo: ´Ahorita no, porque viene lo de la escuela´", comenta doña Margarita, propietaria de una tienda de ropa que, asegura, ha visto caer sus ventas casi a la mitad en este mes.
Mientras tanto, los restaurantes lucen con mesas vacías, los abarrotes reportan menor movimiento y hasta los vendedores de antojitos admiten que el flujo de clientes ha disminuido. La escena contrasta con la actividad en papelerías y zapaterías, donde las libretas, lápices y pares de zapatos negros comienzan a ser los artículos más buscados.
Los padres de familia hacen cuentas una y otra vez. Algunos, dicen los comerciantes, prefieren posponer la compra de un pantalón o un par de sandalias para asegurar primero lo indispensable para sus hijos en la escuela.
El regreso a clases, que para los estudiantes significa ilusión y reencuentro, para el comercio local se traduce en un retroceso temporal en la economía: una especie de pausa en el consumo que se espera vuelva a la normalidad una vez superada la temporada de gastos escolares.