¿Salud Casa por Casa o más ocurrencias sin sustento?
El gobierno federal, en su afán por presumir avances y programas innovadores, anunció hoy en la mañanera el lanzamiento del programa "Salud Casa por Casa", una iniciativa que promete llevar atención médica integral a adultos mayores y personas con discapacidad sin que tengan que salir de sus hogares. A primera vista, la idea suena noble, pero basta rascar un poco la superficie para darse cuenta de que se trata de otra ocurrencia más, sacada de la manga, que no resuelve los problemas de fondo del sistema de salud en México.
Mientras el gobierno se llena la boca hablando de llevar médicos a domicilio, la realidad en los hospitales públicos es desoladora. ¿De qué sirve prometer atención médica en casa si los hospitales no tienen ni siquiera lo básico para funcionar? La falta de insumos, medicamentos y personal médico es una constante en todo el país. ¿Cómo es posible que se anuncie un programa ambicioso como este cuando ni siquiera se pueden abastecer los centros de salud existentes?
Supongamos que el programa funciona y un equipo médico llega a la casa de un adulto mayor. Lo revisan, le diagnostican varias enfermedades y determinan que necesita una cirugía. ¿Qué pasa después? Exacto: nada. Porque no hay camas disponibles, no hay quirófanos operando al 100%, no hay especialistas suficientes y, en muchos casos, no hay ni los insumos necesarios para realizar una intervención. Lo mismo que ocurre con los miles de pacientes que hoy hacen filas interminables, esperan meses para una cita y años para una cirugía.
El gobierno parece olvidar que, en promedio, un paciente del IMSS o de los hospitales públicos espera 13 meses para ser operado. Y eso cuando tiene suerte, porque muchos ni siquiera logran pasar del diagnóstico. ¿De qué sirve llevar médicos a casa si no hay forma de dar seguimiento a los tratamientos o de resolver las necesidades más urgentes de los pacientes?
Esta mañana, personal médico, tanto eventual como de base, del Hospital IMSS Bienestar de Zacatipán, Tamazunchale, Axtla, en las zonas IX, XI y XII, se manifestó para denunciar la falta de insumos básicos y la precariedad laboral que enfrentan. Esta protesta no es un caso aislado; es el reflejo de una crisis nacional. Desde hace varios meses, el Hospital Rural 44 del IMSS sufre un desabasto notable de insumos, carencias de infraestructura y falta de materiales, lo que imposibilita brindar una atención médica de calidad.
Mientras los trabajadores de la salud salen a las calles para exigir lo básico, el gobierno anuncia programas que, sin recursos ni personal suficiente, están condenados al fracaso.