Las lluvias marcaron un antes y un después
Tampacán. - Las lluvias que empezaron a mediados del mes de junio marcaron un antes y un después, ya que las olas de calor y sequía extrema que duraron aproximadamente tres meses afectaron a todos por igual, desde la flora y fauna hasta la población en general, convirtiéndose en una de las temporadas de calor más extremas de los últimos años.
Durante el periodo de sequía extrema, muchos pobladores realizaron rituales en los pozos para pedir y agradecer por el agua. Afortunadamente, semanas después llegaron las lluvias, que han durado más de un mes, restableciendo el ecosistema. Este cambio es evidente a simple vista, especialmente por la flora que había estado muy seca. Las hojas de los árboles, que carecían de vida, ahora rebosan de vitalidad, al igual que los arroyos y la vegetación.
El cambio climático es un hecho, por lo que es necesaria la participación de todos para evitar que las olas de calor y la sequía extrema vuelvan a ocurrir en los próximos años. Muchos grupos de personas se reúnen para hacer la diferencia con campañas de recolección de basura y reforestación. Todos podemos participar cuidando las plantas y evitando cortar árboles, ya que cada árbol contribuye a mantener estable la humedad en el aire y en la tierra, ayudando a evitar que la temperatura siga aumentando.