Desaparecen acamayas, cozoles y langostinos
Las acamayas, los cozoles o langostinos e incluso otro tipo de peces prácticamente desaparecieron de los ríos de la zona, debido a que algunos pescadores los extraen sin control para comercializarlos, y también la falta de lluvias que causa los bajos niveles del afluente.
Consideró el ambientalista Rafael Medina Chávez de Chapulhuacanito que es urgente que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) aplique vedas principalmente en el Moctezuma, Amajac y río Claro, para comenzar a cuidar especies y preservar la vida de éstos peces de agua dulce, ya que es precisamente ahí donde aún se practica la pesca de forma incontrolada.
Expuso que aún se comercializan acamayas, mojarras, peces grandes como caballo o bagres, pero no se extraen a gran escala, para evitar que desaparezcan, pero hay quienes pescan sin preocuparse por dejar algunos ejemplares para que se sigan reproduciendo, como son los langostinos y cozoles que a últimas fechas no se ha obtenido buena pesca.
Expresó que está previa la llegada de la Semana Santa y para estas fechas, se registraba buena pesca de camarón de río, langostino, acamaya grande y colorada, pero ésta vez las condiciones climatológicas, la sequía y el uso de químicos para pescar ha afectado estas especies, además hay quienes atrapan tortugas de agua dulce para comercializarlas ya sea como mascotas o incluso para el consumo de su carne, situación que debe ser vigilada por la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura.
Refirió que en los cuerpos de agua que hay en la zona abundan especies como el bagre, la mojarra tilapia, entre otras que se reproducen más rápidamente y cuya permanencia no está en riesgo, añadiendo que los pescadores deben enfocarse más en este tipo de peces y permitir que los moluscos y camarones de agua dulce repueblen los afluentes.
Detalló que este año se auguran temperaturas altas, por lo que el riesgo de que lleguen a desaparecer estas especies es latente, por ello piden la intervención de las autoridades correspondientes y que pescadores hagan conciencia de los daños que desencadena la pesca con químicos.